viernes, 20 de junio de 2008

Manual del buen proceder

1. Hay que acercarse a una dama con elegancia. Nada de garruladas. Si ella no está receptiva (cosa fácil de percibir) simplemente te despides y te alejas.
Te lo agradecerá en el alma y quedarás bien.

2. En caso de que el rechazo sea total y rotundo (algo así como que le digas "hola" y ella te responda "adiós") no insistas para ver si cambia de opinión. Es obvio que se ha formado una sólida imagen acerca de ti en unas milésimas de segundo. Seguro que piensas que si te conoce cambia de parecer pero, primero, a ella no le interesa conocerte y segundo, puede que cambie su opinión... A peor. Así que lo mejor que puedes hacer es desaparecer y a otra cosa mariposa. Como suelo decir, yo no me quedo en un sitio donde no me quieren; simple y llanamente, ellos se lo pierden.
Traduciendo: si no le interesas, no te interesa. Así de fácil.
Por cierto, en este caso, nada de comentarios del tipo "qué estúpida eres" (muy de moda últimamente) porque entonces el estúpido lo serás tú.

3. Si finalmente consigues contacto con ella e intercambiáis teléfonos, no digas el clásico "te llamaré" para hacerte el interesante. Dilo sólo si piensas hacerlo. Esa frase a lo largo del tiempo ha perdido efecto, puesto que las mujeres saben que no es más que una coletilla masculina, una fórmula estándar.

4. Hay que dejar entrever las intenciones para no crear malentendidos. Las damas son bastante intuitivas a si que no será necesario tomarse demasiadas molestias para ello.
Este punto es importante para no crear falsas expectativas. Es posible que ella quiera solamente contacto físico o que por el contrario se espere algo más y puede que tú no estés de acuerdo con sus "esperanzas".

5. En el caso de que estuvieses realmente interesado pero no estuviese claro que el interés fuese recíproco, NO presiones. Es buena idea acelerar el proceso si es evidente que ella también lo quiere, pero si en cambio no lo tiene claro, sólo quiere divertirse o no quiere sentirse atada, etc, lo peor que se puede hacer es mostrarse ansioso. Así sólo consegirás agobiarla y que prefiera ver un maratón de pelis de Manolo Escobar antes que volver a verte.


En síntesis final, no es necesario resumir más el manual del buen proceder, puesto que todo él se basa en la empatía y el sentido común (el primero escasea y este último se halla en peligro de extinción).

Así, todo se limita a hacer a los demás lo que nos gustaría que nos hiciesen.


Ahora hijos míos, salid al mundo y poned en práctica mis enseñanzas.
¡Corretead libres, pequeños saltamontes!


* La autora no se hace responsable de sus constantes
idas pinza debidas a su incurable enfermedad mental

1 comentario:

Paranoica dijo...

Mira una que echa una mano a los hombres para poder seducir a una mujer... que buena ciudadana del mundo eres jajaja ahora te pondran un monumento como al edema (lo has visto en las noticias? va enserio) y te beatificaran (se dice asi?? jajajaj