Estoy harta de esa puta frase. Quien la dice no sé qué es lo que estudió, pero lo mismo que yo seguro que no.
Si es que... ¡¡Qué vida la del estudiante!! Levántate a primera hora, a esa a la que aún no han puesto las calles, métete a presión el desayuno (que si no llegas tarde) engulle, traga, traga, engulle... Ve a la parada del bus y espéralo... Y espéralo... Y espéralo... Y mientras esperas, disfruta de la fresca brisa hibernal... ¿No había alguien que decía que lo mejor para no envejecer era meter la cabeza en un congelador? (Creo que a los 40 estaré estupenda). ¡Al fin llega! Sube y empuja, y con suerte llegas a la cabina del conductor y ticas el bono bus. Levantas la cabeza y WoooooOOOOOOOooooW ¡¡vaya un mar de cabezas!! Te pones a pensar y... Uis, esto me recuerda a algo... ¡¡Claro, a un camión de ganado!! (si tienes suerte, con olor a cuadra incluído. Menos mal que no suele haber calefacción, que si no...)
Llega a tu destino (tarde claro, sólo los elegidos llegan a la hora) y ale, sentadita unas cuantas horitas. Escuchando y tomando apuntes y si te duele la muñeca te jodes ¡encima de lo cómodos que vivís los estudiantes os quejáis!
Y para volver a casa el bus otra vez, claro.
Y llegas a casa asqueada, claro, porque encima sabes que luego te toca estudiar.
Y por supuesto, por nada de esto te pagan. Te dan un papel por tus X años de estudio y como mucho una patada en el culo.
Y eso son sólo los inconvenientes del estudio. Que luego está el no tener dinero y sin dinero, no hay independencia. Dependes de tus padres para todo y no tienes "intimidad".
Hay quien tiene suerte y sus padres le compran un coche... No sé, supongo que estarán montados en el dólar...
Es verdad que el estudiar y el vivir con tus padres tiene ventajas. No tienes que planchar, lavar, cocinar, fregar... Pero tampoco es un chollo.
Eso de "créditos de bar" yo no lo conozco. Y de fiesta universitaria poca, porque en dos años he ido 4 veces y una de ellas empalmé y me fui a clase sin dormir ni una hora.
Tienes que pringar mucho y más y todo para que te digan que vives como un majarajá.
Así que la próxima vez que vayas a decir la maldita frase, piénsatelo bien ¿recuerdas bien tus años de estudiante o el paso del tiempo te ha endulzado el recuerdo? Nunca lo sabrás seguro ¿verdad?
Pues mejor ahórrate la frase.