lunes, 23 de noviembre de 2009

Gripe A o una de circos mediáticos

Menudo circo se ha montado con la gripe A.
Todavía recuerdo esos primeros momentos en los que sacaban en el telediario de la primera el mapita del mundo y te iban informando acerca de la progresión de la enfermedad, que si México, que si EEUU, que si ya hay casos en Europa, que se acerca, que nos moriremos todos…

En fin, todo un espectáculo cuyo fin parecía ser alarmar a la población y provocar una ola de pánico al puro estilo Orson Welles (suicidios incluidos).
Y todo para que al final resulte que la gripe A sea eso, una gripe. Y pues claro que hay gente que se muere de gripe A ¿Pero es que acaso no hay gente que se muere de la gripe común de toda la vida? ¿O de otras enfermedades curables? ¿Y cuánta gente muere cada año debido a la Malaria?
Las cifras son de risa, pero claro, como nos informan de cada muerte debida a la gripe A y los medios dedican un monográfico a la víctima y se dedican gran parte del tiempo a sembrar el pánico, nos parece mucho más grave de lo que es.

¡Ah! Por cierto, si habéis prestado atención, en la mayoría de los casos (y que no sean todos) los fallecidos padecían otras enfermedades crónicas y si no recuerdo mal, más de uno de tipo respiratorio.

En resumen, un circo todo, que para lo único que sirve es para demostrar que es bastante recomendable una buena dosis de escepticismo a la hora de ver las noticias...

Y para acabar, aquí dejo este mini-documental que me pasó una amiga, que trata básicamente de lo que ya todos sabemos, pero con datos concretos, que nunca vienen mal.
El vídeo viene a darme la razón (por supuesto jaja) y de paso a confirmar mi creencia de que en este mundo lo que prima es hacer negocio... Una lástima oiga.


jueves, 19 de noviembre de 2009

Si todo fuese tan fácil...

Estaba pensando en cuán fácil sería poder modificar nuestras emociones. Así podríamos hacer que nos gustasen las personas a las que gustamos y vivir estúpidamente felices por siempre jamás.
Pero no es posible. Así que, seguiremos haciendo sufrir a los demás sin llegar a conseguir lo que deseamos.

Y viviremos infelices para casi siempre.

Fin del escrito basura.


domingo, 8 de noviembre de 2009

La sinceridad y sus amigos los hipócritas

Tengo la intención de hacer de ésta una entrada "breve", así que iré directa al asunto.
Probablemente habréis conocido a alguna persona que se define a sí misma como “sincera” y que defienden la verdad a capa y espada y odian la mentira y siempre cumplen su palabra y bla bla blaaaaaaaaaaa.

Yo sí he conocido a unas cuantas (no muchas, afortunadamente, pero demasiadas para mi gusto) y han resultado ser las personas que menos cumplen su palabra.

Puede que sólo sea psicológico y que, en realidad, no mientan más que los demás; es posible que lo hagan en la misma medida que el resto de los mortales, pero que al ser los que más promesas hacen, crean más expectativas y al no cumplirse, el impacto emocional es mayor.

O puede que lo esté enfocando mal y por ello no soy capaz de ver que el declararse pro-sinceridad no es más que una táctica para engatusar al personal y quedar como un caballero de antaño (o damas, aunque suelen ser hombres, pero mujeres también las hay, por supuesto), de esos que defendían por encima de todo “el honor, el valor y la sinceridad”, cualidad que por supuesto, presuponen que es deseable.

Sea como fuere, no puedo hacer más que recomendaros que en cuanto topéis con individuos de estas características: Uno. Desconfiéis. Dos. Si realmente es tan sincero/a como dicen, me lo presentéis. Sería digno de estudio.

Por la boca murió el pez...