sábado, 27 de noviembre de 2010

Psicodelia y abstracción: sueños

No hay nada más abstracto, entretenido, original, irreverente, chocante y desconcertante que un sueño.

Son historias con argumento, sin él, con cortes bruscos, giros inesperados, incoherencias e irrealidades.
A veces son de intriga, otras son de miedo, amor y desamor, sexo, drama, comedia o acción pero siempre inmersos en el marco de la ciencia ficción.

Pueden ser en blanco y negro, en color, con diálogos o sin ellos, con escenarios imposibles, acciones absurdas y actores secundarios conocidos o imaginarios.
Son extravagantes, pizpiretos, psicodélicos y casquivanos.

Los sueños tienen una amalgama de cualidades; son una aleación de características contradictorias e irreconciliables.

Lo que no sé es si, como Freud dijo, los sueños son símbolos o realizaciones enmascaradas de deseos reprimidos.
Puede que sí o puede que no, pero lo que sí que es cierto es que, cuando te encuentras soñando que te hallas envuelto en una trama detectivesca, con transexual y club de sadomasoquismo incluido, no puedes evitar preguntarte si no fallará algo en tu cabeza.

Siempre quedará el consuelo de que, al fin y al cabo, como decía Calderón de la Barca, “(…) que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son”

Que tengáis dulces sueños

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